lunes, 25 de abril de 2011

(Verdugo)



A este amanecer desaliñado,
de pocas palabras y ninguna ventana,
anunciado por algún canario de uñas corvas,
con tu rostro oculto bajo la esquiva penumbra
desde donde yo me tapo los ojos pero no del todo,
júzgalo sin piedad con el hacha o la flecha,
decapítalo, empálalo, degüéllalo, lapídalo o
tritúralo, desmiémbralo, despelléjalo, porque
debe continuar esta noche que nos ha nacido,
que nos ha nacido.

domingo, 10 de abril de 2011

Julia se presenta inestable como la mañana

Mi nombre es, desafortunadamente, Julia,
que en el idioma de algunos significa silencio
y basta, Julia, silencio, basta, silencio, Julia.
Por culpa de mi nombre siempre estoy llorando
y también lloro porque no consigo cerrar del todo
mi cajón de los secretos, y quizás tengan razón
y debería intentar cerrarlo, mejor, desde fuera.
Me da mucha pena cuando alguien me llama
porque no me gusta mi nombre, y no respondo,
y me finjo sorda, ciega, y me quiero arrojar al mar.
Mi rostro es ese vacío que hay tirado por el suelo,
lo que está en medio, lo que estamos pisando.
Si deseo expresar aflicción, me rompo una pierna.
Si no deseo expresar nada, repito llorando mi nombre
mil veces y las que hagan falta de aquí al presente:
basta ya, Julia, silencio, basta ya, ¡silencio, Julia!





Julia en Auralaria aquí: