sábado, 28 de abril de 2012

Será genealogía

Miro las entradas anteriores y compruebo que no puse, en su día, que gané el accésit del IV Premio de poesía de la Fundación Ecoem. La madre que me parió, sí.

Podéis ver la noticia sobre el ganador del premio, y el accésit otorgado a la que suscribe, aquí: IV Premio de poesía Ecoem

Bien, pues aquí está el fruto de todo esto. Os presento al pequeño (de edad), recién sacado del horno:


domingo, 22 de abril de 2012

Del cuello a la nuca hay una sombra


          La sombra del cuello es una nuca. La sombra de una nuca es la sombra de una nuca. El cuello que se gira obedece a los ojos. El cuello que se estira obedece al ego. El cuello que vibra obedece a la sequedad. La sombra del cuello es, realmente, el tiempo perdido; metafóricamente, es un artículo descatalogado, o más metafóricamente aún, el pomo debajo de la puerta. En casa del asesino no se puede mostrar la yugular ni el afecto. Un collar es fría caricia que decora. Una nuca nunca anuncia nada nuevo. Rezagada, detrás de la idea, se consuela pensando que, al menos, tiene sombra propia.    

De A propósito de los cuerpos

jueves, 12 de abril de 2012

Industria de la madera

 
Porque soy la cabaña del guardabosques,
la mesa de roble sobre la que se come y llora,
la pata de palo, cerillas, un baúl con bastón,
la pasarela que se burla del dios de los ríos,
la puerta trasera de una guitarra,
las ruedas de la diligencia,
y porque soy la imaginación de Gepetto
y soy un armario, un biombo, una balsa
que surca los charcos movedizos de serrín,
porque sea lo que sea, soy de madera
y aunque parezca sólida
las termitas me atacan los adentros,
sustituyen por oquedad mi sangre
sin que se note a simple vista
hasta el momento de
la disgregación.