viernes, 27 de marzo de 2015

Restauración





Seguro que era finales de enero
aunque fueran cuarenta los grados centígrados
y densa la población de moscas.
Pero seguro que era finales de enero:
los hombres se acercaron a las ruinas,
se dieron la vuelta para no ser reconocidos
y se las bebieron.
A finales de enero no son habituales
las denuncias
ni las disculpas.
Todavía hay pintores rellenando ese vacío.
Pero cuando descansan un momento,
todo se les borra.

martes, 10 de marzo de 2015

El escritor hiperactivo


El escritor hiperactivo, a estas alturas de su vida, podía haber escrito ocho novelas y diez ensayos, pero su hiperactividad le impedía sentarse a desarrollar las ideas que se le ocurrían. Cuando quería hacerlo, otra cosa le urgía o satisfacía más: correr, subir una montaña, saltar, acudir a una cita, nadar, sembrar un huerto, viajar. Estas experiencias, a su vez, le inspiraban nuevas historias que, al igual que el resto, tampoco escribía. Intentó hacerlo corriendo, subiendo una montaña, saltando, acudiendo a una cita, nadando, sembrando un huerto, viajando: su caligrafía en movimiento era pésima, por lo que desistía a la línea y media. “Todo esto tiene que salir ya”, dijo, y se pegó un tiro en la cabeza.