Una de nosotras dos es
cálida,
suave
y acrílica.
La otra, cuando no sabe qué decir,
habla.
Una es síntoma de invierno,
la otra también.
Sólo una de las dos
es consciente de su naturaleza
y vive de acuerdo con ella,
no admite plancha ni lejía
y por uno de sus extremos está
levemente deshilachada.
De Esta dichosa ansiedad doméstica
las dos abrigan, seguro.
ResponderEliminaruna maravilla. agrandas lo chico, poeta.
beso.
José Antonio, hola!
ResponderEliminarAntero, las dos son planchables.
Abrazos.