Atención, todo consiste en su sonido
y así los pasos son la voz de los pies.
O todo consiste en su aroma
que, cuando no es dulce, no tiene nombre.
Pero es que todo consiste en su tacto,
en la temperatura heredada de las uñas.
Sin olvidar que todo consiste en su gusto:
informe de la saliva.
Hasta que todo consiste en su visión
y la noche llora.
Muy sibilina, esta traición de los sentidos.
ResponderEliminarUn abrazo y un placer leerte, como siempre.
Sospecho que son más de cinco los sentidos. Un abrazo, Auralaria.
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