Mi misión es recoger
todos los pétalos caídos
desde los balcones del
mundo.
Debo clasificarlos según
su ideología, idioma y
trascendencia.
He de cogerlos uno a uno,
agacharme mil veces al día,
comerme sus insectos,
lamer la baldosa donde caen
para absorber los restos de
la caída
y aprender de ella.
No voy a entretenerme
respondiendo a las preguntas
indiscretas de las
salamandras.
No sabré cuándo terminaré
porque en ese preciso
instante
la vida comenzará otra vez
a deshojarse en las alturas.
De Autosuficiencia en la
Profunda poesía que da pie a una reflexión.
ResponderEliminarBesos Elena.
Gracias muchas muchísimas por estar siempre ahí. Ando mal de tiempo y no puedo pasarme (como quisiera) por otros blogs y comentar. Pero agradezco muchísimo tu compañía y tus palabras. Un abrazo grandísimo.
ResponderEliminarUn poema bien logrado
ResponderEliminaratrapa y deja un sabor de boca estupendo
enhorabuena!!!!
Gracias, hola!
ResponderEliminarQué bueno es
ResponderEliminarEs mi misión. Un beso.
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