Estás frente a la frescura y te miras los pies. La frescura es un camino,
corre y te empuja. Es un camino tan poco peculiar como la saliva. La
saliva también es un camino. Es un camino con toldos que te costaría abandonar.
La vida no es un toldo. La vida es un metacamino, es un camino dentro de un
camino y así sucesivamente. Las muñecas rusas son caminos. Escher es un
camino angosto y espiral, es otro metacamino porque conduce a sí mismo.
Estás cansado pero el cansancio es un camino. Buscas la brújula y
encuentras el reloj. El reloj camina. El tiempo te dirá dónde está el
norte. Te ladra un perro y ese perro es un camino, su ladrido es un
camino. Estás en la encrucijada. Tienes que escoger y todo son caminos. Escoges
andar. Ése es el camino.
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