Un
alma perdida me ha preguntado qué lugar es éste.
Le
he respondido que esto se llama
mundo
aparte.
Nos
hemos callado,
dudando
del verdadero sentido de nuestras palabras.
He
advertido la tristeza del sonido (el silencio),
me
he distraído con eso.
El
alma perdida ha desaparecido pero no está muy lejos:
me
había preguntado dónde estaba
para
saber el lugar exacto
en el que iba a consumirse.
Aquéllos
que amaban la vida
todavía
están muertos.
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