Estuve fuera y estuve más fuera todavía. Estuve incluso en otro país. Estuve incluso en otro país donde el mediodía era una sombra en la que reinaba durante cinco minutos una abeja. Las abejas en otros países no son como en otros mares. Trabajé, escribí y viajé. Leí un libro maravilloso que me tuvo absorta aquellos días, perdón, aquel país, no, aquella abeja, sí. E hice esta reseña que apareció publicada en El coloquio de los perros. Ahora que he aterrizado en septiembre, aunque de nuevo sea un post tardío, la dejo aquí y me preparo para retomar el blog. Me gusta mucho "Esperando en la estación a la chica del psiquiátrico", de Óscar Aguado. A veces me gusta más ir, y otras volver. Lo que no me gusta no está por aquí. Qué bien.
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