Hace un año nos juntamos un grupo de amigas para hacer una escenificación, en vez de una presentación, de "¿Qué hacer con Freud además de matar a Freud?". Como la cosa resultó, partiendo de un componente absurdo e indefinible, decidimos seguir adelante y abordar nuevos proyectos. Luego llegó el invierno profundo, luego la ajetreada primavera, luego el verano hiperactivísimo, y de nuevo llegó noviembre. ¿Y qué mejor manera de celebrar un mes con un nombre tan así que juntarnos de nuevo y perpetrar un nuevo atentado al orden lógico de las cosas? Este cartel es el resumen, y es la señal.
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