lunes, 21 de septiembre de 2020

La casa del padre - Ramón Rodríguez Pérez

Hay libros por los que no pasa el tiempo y hay libros en los que no hay tiempo. Hay libros en los que acecha un bosque para, al abrirlos, agarrarse de tu laringe  y enroscarse a ella como un vencejo. Hay otoño, caramba. Escribir también es querer curarse. Leer también es querer curarse. "La casa del padre" (Ramón Rodríguez Pérez) tiene una curiosidad: bajo el agua se vuelve agua y se vuelve barco. Hay sensibilidad.  Dejo un poema:


CONTRA EL MAR


Deja al mar como lo que es:

la tristeza del pájaro

la soledad del mástil

vasto pudridero de sueños

y desagües


Deja al mar y su largo aliento

esa mortaja de espuma

incendiada de palabras

y nombres


Deja al mar como lo que es,

como lo que siempre ha sido

un osario de buques sin dueño ni bandera

eso que tu hijo con su lápiz representa:

una raya,

                una simple línea en su cuaderno.


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