lunes, 28 de marzo de 2016

Como es el caso






Ya empezamos: el primer sábado del año es martes
y si bien algunos hemos salido a protestar,
la mayoría ha ido a trabajar como si nada
después de castigar a su reloj de cara al destiempo.
Si esto va a ser la tónica habitual de este año,
deberían haberlo avisado por si algunos preferíamos
(como es el caso) quedarnos en el año pasado,
cuando los sábados caían en viernes,
que aunque hubiera que trabajar igual,
al menos los viernes hay otro espíritu, hay alegría.
Los sábados son cada vez más esquivos.
Para hablar con ellos hay que dirigirse a sus secretarias
pero sus secretarias son domingos
y no cogen el teléfono ni están para nadie.

De Pan con pan, próximamente con La Isla de Siltolá

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