domingo, 19 de septiembre de 2010

Por el bien de los jardines

Prohibido arrancar flores.
Pueden acariciarlas, despeinarlas,
dibujarlas en un cuaderno si lo desean,
pero sin arrancarlas del papel después.
Pueden inventarles pétalos, espinas,
vaporosos mamuts polinizadores alrededor,
pero no golpes de viento ni cortacéspedes
que pongan en peligro su existencia.
Prohibido darles de comer a las flores
porque pueden ponerse grandes y cariñosas,
seguirles a sus casas, dormir en sus puertas, ladrar casi
hasta que les dejen entrar y llenárselo todo de colores,
y eso, señores topos, está terminantemente prohibido,
al igual que robar motas de polvo con los ojos para llorar.

5 comentarios:

  1. ¡Bravo! Llevaba tanto tiempo esperando que alguien gritara esto.
    Fdo: dama de noche

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  2. Bufff.....que decir ante esta tremenda apología floral...me gusta mucho más que las flores, padezco una terrible alergia.

    B s.o.s

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  3. Me encanta! sobre todo lo de que la flor crezca y te siga a casa como un perrito abandonado...

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