miércoles, 15 de junio de 2011

Lacar

Y dije: sí.
En ese momento pulvericé
un poco de laca sobre la palabra.
Tiesa y pegajosa, desde entonces,
no puedo quitármela de encima;
antes de que yo hable, habla ella.
Y cómo le explico al mundo
que es que no, cómo.

De Zaquizamí

5 comentarios:

  1. Vaya, no había pensado eso de lacar palabras.
    Probaré.
    Muy bonito el poema. Un abrazo!

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  2. Aunque la añadieran a la lista de drogas ilegales, muchos nseguiríamos enganchados a ella. Aunque no todas llegan a alguna parte ;)

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  3. Todas las palabras llegan a algún lado, lacadas o no. Incluso si llegan al silencio, han ido a alguna parte.

    Abrazos para los dos.

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  4. En mi caso es una mutación involuntaria, empieza siendo un NO rotundo en la cabeza, pero en su recorrido hasta la boca....RACAL!!! (es mi tachán poético)...acaba en un atronador SI.

    Que bueno, sureña.

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