lunes, 15 de diciembre de 2014

En fin, mi sentido común





En fin, mi sentido común
es tan respetable como cualquier flor de loto
y aunque reconozco que en mi intimidad
me gusta hablar y comportarme
como la rueda de repuesto de una camioneta
blanca,
mi sentido común es un buen compañero,
responsable, eficaz, un magnifico trabajador
cuyo inconveniente, no sé, podría ser
que suele presentarse en los lugares silenciosos
con muletas
y provoca, primero irritación,
y después lástima.

2 comentarios:

  1. ¿Has probado a comprarle una silla de ruedas a motor? Puede que le sea útil, los sentidos comunes tienen ese tipo de incongruencias. En todo caso, siempre te queda el recurso de comprar otro, ahora van a estar de rebajas.
    Abrazos, siempre

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  2. Estoy esperando a las segundas rebajas, Amando, en el fondo me da pena desprenderme de él. ¡Un abrazo!

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