Tan sólo vengo a prometer un poema,
un electrocardiograma estimativo para ningún diálogo,
un atentado contra una cuchara sin rozar la cucharada.
Veo que hoy sigue siendo brutalmente ayer,
aprieto la mano del verso que me arrastra a su barro
y, una vez más, me encharca los pulmones.
No se camina si no se mueve el camino
y cuando veo un cadáver e investigo la autoría de su muerte,
del primero que sospecho es del cadáver.
Me pudriré pero estoy llena de hojas.
De la escalera, es casi mío un escalón.
Últimamente no propician horas para escribir
la conjunción de los astros ni las confabulaciones
de las hormigas rojas en mi glotis.
Es por ello este minuto y medio deletreado,
desenchufadas las posibles rimas
antes de lanzarlas al agua.
Evocador y magnífico
ResponderEliminarAuralaria
Esperemos que la conjunción de los astros y esas hormigas rojas hagan su labor y salgan esos poemas tan necesarios.
ResponderEliminarUn abrazoo!
Terminan saliendo... en cuanto las hormigas descubren que no se pueden llevar las palabras a su hormiguero. Un abrazo, José Antonio.
ResponderEliminarAuralaria, abrazos grandes.