Detrás de la puerta
se esconde el viento
con sus maneras de tambor.
Quinientas treinta y cinco
horquillas
llevaría
si fuera a abrirle.
Pero no voy a hacerlo,
porque
hoy las cosas son ligeras
y no quiero perderlas.
De golpe.
De Autosuficiencia en la
ResponderEliminar[o contrário da brisa,
a palavra
o sopro da palavra.]
um abraço,
Leonardo B.
Hay puertas que mejor dejar cerradas. Si alguien las abre, que me cuente sus experiencias que son el elixir de mi pluma.
ResponderEliminarMe quedo por acá.
Saludos Elena.-
Coincido con Walter en que es mejor no abrir ciertas puertas, sobretodo cuando tienes claro lo que no deseas.
ResponderEliminarSaludos
Tu poema me ha recordado este tango donde la presencia es un hombre con mucho rango. Escucha ya verás que chulo: Ventarrón.
ResponderEliminarhttp://youtu.be/zRd_tYGKODE
Walter, Pilar... son puertas vivas, que gritan pidiendo ser abiertas. Lo malo es que lo que hay detrás no está vivo.
ResponderEliminarLeonardo, eso es la brisa.
Ventana Indiscreta, bonito tango me has dejado, precioso.
Gracias a todos por venir, quedaros y dejarme escritas vuestras voces y músicas.