A Nuria
Barea
Hablando
de transparencias,
Nuria,
están en tus manos,
donde
podrías vivir incluso a oscuras,
aunque
las dos sabemos
que
esto último no es posible,
porque
tus uñas tienen siempre
las
luces encendidas.
Las
flores andan, Nuria,
como
tus pequeños animales
y
tus grandes palabras, así que
cómete
este mundo, y ése, y aquél…
sólo
tienes que seguir el curso del río
y
pedirle prestados sus majestuosos dientes
trazando
un círculo imperfecto en sus aguas
a tu
paso transparentes.
Muy bonito Elena. Seguro que este poema lo escribiste en una preciosa libreta azul.
ResponderEliminarEfectivamente. Así tenía que ser. ¡Hola!
EliminarElena. Es tan transparente el poema que uñas, luces, flores y palabras se sienten no obstante su evanescencia. Muy hermoso poema.
ResponderEliminarGracias, Fackel. Intenté que el poema fuera igual de transparente que la inspiradora. Gracias por tus palabras, siempre es bueno leerte (aquí y allí).
Eliminar¡¡Ay!! ¡No tengo palabras! Un simple "gracias" se queda corto, así que me la invento: ¡feliregrata estoy, Elena! Es precioso, lo guardaré en mi mesita de noche para que ilumine mis sueños. ¡Preciosa! Un abrazo de aquí a Sitio.
ResponderEliminarJosé Antonio, otro abrazo para ti :)
Fe de erratas: donde dije "Sitio" quería decir "Sirio".
EliminarFeliregrata yo también, Nuria!!! Lo escribí anoche, pensando en tus ganas de comerte el mundo y en la gran persona que eres.
EliminarY no cambies lo de "de aquí a Sitio", que me ha gustado :)
Encantador este poema Elena, y estas metáforas con las manos, preciosas, impecables.
EliminarSalud
Muchas gracias, Manolo. Besos, abrazos y metáforas :)
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarVengo de blogs amigos.
Precioso poema, excelente lírica.
Te dejo un beso y me quedo por aquí.
lujanfraix.blogspot.com
De argentina.
Esta es mi dirección de blog por si quieres conocerme.
Elena, tienes mucho de luciérnaga en la forma de cortejarnos con tus poemas. Tienes un estilo perfectamente identificable con el baile, con el garabato sensual. Hoy, la forma de comenzar con esos tres versos donde arrancas con un gerundio que ya no te para el poema, salvo para indicarnos a quien va, Nuria.
ResponderEliminarLo dicho: generosidad en el poema; y luminiscencia.
Un saludo.
Luján, gracias por tu visita. Veré tu blog. Saludos!
ResponderEliminarVentana Indiscreta, gracias también a ti. Partiendo de que escribir implica silencio, no hay nada que impida el baile. Un abrazo.