Retrato familiar compuesto por:
padre al frente sentado en trono de laurel,
hijos al fondo sosteniendo sendos racimos de uvas,
madre en la penumbra con una manzana en la boca,
telaraña sin araña en una esquina,
perro royendo hueso humano junto a chimenea apagada
y mosca paseándose por bastón señorial
empuñado por padre al frente.
Destaca la profunda gravedad de su semblante,
el trazo más firme en sus arrugas,
la fuerza y habilidad de sus ojos rasgados
para clavarse en los de quien examine
-no importa desde qué ángulo-
el retrato familiar con padre al frente.
La figura central hace que todo lo demás
(hijos, madre, perro, mosca)
no exista y sí exista, gracias a los finísimos hilos
que nacen de los dedos de padre al frente,
cuya sombra es
telaraña sin araña en una esquina.
Si yo fuera la araña, también habría huído
ResponderEliminar.....impresionante Elena, desconozco el sentido que le quisiste dar a este retrato, en el mio, un corazón se alimenta de moscas.
ResponderEliminarsalu3.
joooooder, tela marinera. Hacía tiempo que no te visitaba, sigues en buena forma!
ResponderEliminarEl sentido del retrato es un cuadro inventado. Tres abrazos (sin arañas) pero grandes.
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