viernes, 12 de febrero de 2016

Equipo de música




Le pregunté cómo estaba, si le dolía algún botón mal implantado,
qué pensaba acerca de la similitud entre el pasillo y el dial,
si es que tenía algo en contra de mí, porque cada vez
que me he acercado a él, me ha espantado con la voz de Dylan.
A través de un quejido desgarrado, profundo, que sonaba como
una sílaba de flamenco sentada al piano o como lo que queda
de la esperanza cuando ha sido defenestrada, me dijo
que estaría mejor si yo dejara de roer sus cables un segundo.
Toqué en alguna parte y fui informada exhaustivamente de las noticias
de la actualidad que, en un principio, creí que se referían a la Edad Media,
y también del parte meteorológico y del mundo, que es deportivo.
Era la hora de las palabras y las tuve, y si algo he aprendido del volumen
no ha debido ser importante en tanto que ya no lo recuerdo.

De Esta dichosa ansiedad doméstica

3 comentarios:

  1. me gusta el sabor y color que le das a tus textos

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  2. Ella baila en un círculo de fuego y encogiendose de hombros recibe el desafio

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  3. Recomenzar, gracias y saludos desde mi cocina de versos :)

    Hola, Paco, gracias por el baile de palabras.

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