sábado, 25 de mayo de 2013

Ni moscas





Debe haber alguna señal
en alguna parte,
algo que advierta a los insectos
que no hay nada dulce
tras estas puertas.
Debe ser el neón del siglo pasado
o el cristal del escaparate, con dioptrías,
o el aroma a nunca
que se escapa de la tienda pidiendo un taxi.
Por aquí no hay ni moscas:
un raro mecanismo las hace
vulnerables a morir de pena.

7 comentarios:

  1. Maravilloso poema, Elena, de gran sensibilidad.
    Salud

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  2. supervivientes los insectos.

    Buen poema Helen.

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  3. Gracias, Manolo. Y te sigo leyendo.

    Mikaela, perdida te tenía y por aquí te encuentro. Gracias, hola, abrazo.

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  4. Que solo me sentía allá en la cima!
    Por fin alguien que escribe mejor que yo!

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    Respuestas
    1. Daniel, hola, encantada de tenerte por aquí.

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    2. Aparte de leerla, ser bienvenido? Es mucho para mí.
      Desde ya le agradezco. Saludos desde Bs. As.

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    3. Claro. Bienvenido, lector. Gracias a ti.

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