Si la luna fuera un rayo, cambiarían muchas cosas. La gente no se suicidaría más en agosto y en diciembre, sino que se suicidaría a lo largo del año con la misma intensidad. Si la luna fuera un rayo, nadie se embelesaría contemplándola desde abajo. Las fases no se diferenciarían según el grado de curvatura, sino por el nivel de encrespamiento del rayo y teniendo en cuenta hasta qué profundidad desciende la punta, hasta qué infierno, con qué línea de metro guarda correspondencia. Si la luna fuera un rayo, no habría tantos poetas.
Muy bueno, Elena. Hay que construir (dibujas, fotografiar, montar) una imagen de ese rayo y sus consecuencias, algo visionario y romaniano.
ResponderEliminarUmmmmmm, a mí se me da fatal dibujar y me quito el mono palabreando, pero mira, si te hace la idea podrías intentarlo tú, que eres más mañosa para lo visual :) Besos, Casilda!
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