viernes, 27 de junio de 2025

Lo que no supimos


Que nada se borra como con el fuego, que borra y mancha. Que poner un hotel en medio del vacío no siempre funciona.

Que los platos andan y con las manos.

Que aguantar más de dos meses en un pozo no sirve para nada pero que sobre su superficie pellizcan los más increíbles (ay, madre mía) destellos. Ay, madre mía (qué destellos...).

Si esperara algo, ya hace tiempo que me habría ido. Que no estaría en esta cosa.

Que habrían dejado de importarme la música y las toallas.




domingo, 22 de junio de 2025

A propósito de "La estación de la ceniza" - David Fajardo

 

Que el frío te agarre del cuello y te pregunte por la calle a la que precisamente vas. Que preguntarte lo que sabe le sirva como excusa para hablarte del holocausto. Un ruido deportado, una separación, el vagón en el que viajan las pesadillas, la muerte de uniforme. En las ciudades que aquí se mencionan cualquiera se congelaría si no contuvieran un infierno. Cuando la poesía envuelve la rutina de las víctimas, suena como a hormigas transportando un cadáver. Cuando la infancia transcurre en un tiempo invariable (pasado, presente, condicional) la injusticia te agarra del cuello y te pregunta por la calle de la que precisamente vienes. 



La estación de la ceniza - David Fajardo - Pre-Textos
VI Premio internacional de poesía Juan Rejano-Puente Genil


jueves, 29 de mayo de 2025

José María Higuera - Desechos

 


Perteneciente al libro "Desechos" de José María Higuera. Premio del XXVI Certamen de poesía Rosalía de Castro - Casa de Galicia en Córdoba.



miércoles, 21 de mayo de 2025

Oreja de nube al tercer piso

De los tres estados ordenados numéricamente, me quedo con el blanco. 

Siempre el blanco aunque el azul.




domingo, 11 de mayo de 2025

El vértigo

Pero él fue enorme, abrazo, escucha, titán, diez aunque también tres y cinco y extensión de lo sensato. Violín, piano con manos de enorme amor. Y cómo puedo olvidarlo, si no quiero. Hombre bueno, hombre abrazo, mediador entre la isla y el mapa. ¡Qué suerte la mía! Porque él fue techo siempre, abierto a las ventanas que reflejan el atardecer en no cualquier parte. Escucha, titán, un caminar continuo silencioso y cristal. Era el hombre cuyo respirar viajaba en barca. Era generosidad, pila, cerezas o el buen tiempo, once otra vez. Era mi padre y mayo, un corazón muy grande, el vértigo.



sábado, 10 de mayo de 2025

10 de mayo

 



O poner la música tan baja que podría tropezar con ella,
papá,
para poder escuchar bien cómo nombras lo que ahora ves.
Dicen que la muerte es una puerta
tras la que permanece lo que deja de verse.
Yo no oigo nada más que
nido y mariposas.



domingo, 27 de abril de 2025

Sobremutismo

 


Porque me pesa la sombra, la dejo arrastrarse,
lamer el suelo con su negra lengua.
La sigo cuando te sigue, te sigo cuando me sigue.
Con sombra tan gruesa no me cabe el bikini
(me pongo el mar para nadar).
Déjame lamer tu sueño con mi negra lengua,
déjame arrastrarme por los cielos de los cielos,
callada para el ojo sordo de los murciélagos.
Toda esta ola no es más que un tren
–pasará –viajando en el humo.

miércoles, 9 de abril de 2025

Juan de Dios García, acerca de

 

Hay poetas que gustan de ponerse una máscara, un disfraz, otra lengua… a la hora de escribir poesía, bien por zambullirse en otro yo, bien por simular lo que no son durante el momento de la escritura y más allá. Juan de Dios García no usa máscaras ni disfraces ni otras lenguas, no deja de ser él mismo y no pretende ser otra cosa ni antes, ni durante, ni después de la escritura.

Tanto en sus poemas como en su prosa poética, Juan de Dios destila realismo, sinceridad, cotidianidad, reminiscencias musicales, desacato contra todo pronóstico y una incesante curiosidad más propia y sana del alumno universal que es, que del profesor que también es. Universal es quien es capaz de encender una ola mirando el mar, porque ya sabe a la perfección qué son las travesías. Con un estilo directo y una evidente inclinación, literaria y filosóficamente hablando, hacia el lado crudo de la existencia humana (la muerte, las drogas, la aceptación de lo perdido en alguna isla borrada), el poeta escribe desde el segundo plano de quien se sabe (y se quiere así) espectador y a la vez colaborador alejado de los focos. Si a alguien le resulta difícil imaginar que en él conviva el pragmatismo con el sentido del humor, que no lo haga porque se equivocaría. Confluyen ambos en él.

Cartagenero oriundo de Almería, músico frustrado tal como él mismo se define, su paralelismo con los fenicios no es casualidad ni se trata de algo meramente físico o geográfico o simbólico como excusa para titular su “Canto fenicio”. En sus adentros arraiga un alfabeto sabio y sereno, de ahí que tienda a escribir más en presente que en pasado, señal inequívoca de su consciencia del aquí y ahora. “Si eres poeta no puedes leer solamente poesía”, dice en algún rincón de Internet, abogando por la pluralidad del aprendizaje con final feliz en el poeta y en la persona; y en sus lectores. Juan de Dios García asume su estancia y quita importancia a los puertos intermedios. Su poética, profunda y certera, se advierte tanto en el poema como en su voz. Recita como un faro. Recita como un náufrago. Recita como quien sacia la sed. Y es capaz de hacerlo incluso dentro del libro, cuando sólo el pasar de las páginas imita el verdadero sonido.

lunes, 31 de marzo de 2025

En damero


Y si lo de abajo es grieta
y lo de arriba no tiene salida, 
sólo queda la luz al lado
pero de noche. 



 

viernes, 28 de marzo de 2025

A qué otro puente

 

A la hora del puente los ancianos pasean. A cada paso se preguntan si llegarán hasta el final, porque lo demás ya lo saben: a cuántos pasos equivale el puente, a qué otro puente llevan. Las nubes al atardecer rebotan después convertidas en cometas. Habría que coger el camino, desde luego. En ese camino hay caballitos del diablo abatidos. Bajo el puente no hace tanto calor. Tengo el privilegio de ser transitada por un sueño.


De Amapolamen (2023, Gato encerrado)

viernes, 28 de febrero de 2025

Comienzos de la IA

 

Arthur Samuel

jugando contra una copia de sí mismo

aprendía a mejorar su juego.

Un programa informático puede tener

un subprograma que en realidad

es una versión de sí mismo.

Recursividad, metáfora

para no perderse adrede.