No va a dejar de llover nunca, ¿verdad?
Esas nubes, esa humedad, ese pegamento.
Podría seguir y seguir hablando
hasta que se os caigan las uñas por la sordera
y nos toque alguien el hombro para avisarnos de que no se nos ve.
Va a continuar lloviendo por la noche, por la mañana, por la tarde…
porque nos lo merecemos, ¿es eso?, ¿nos lo merecemos?
El sol quería reírse de nosotros, ¿es que no va a dejar de llover?
Necesito que me contestéis o me calléis,
lo que sea, aunque con contundencia.
Dicen que mañana o pasado o el otro dejará de llover
y el amanecer nos cegará al rozar nuestras pupilas
-el lugar donde se condensa, sin duda, la estupidez-.
¿Podríais convencerme de que esto no es la lluvia,
de que esto es, no sé, una manada de potros?
¿Podríais hacerme caso y dejar de crearme
una mayor necesidad del lenguaje?
Escuchad cómo me borra la lluvia.