jueves, 12 de abril de 2012

Industria de la madera

 
Porque soy la cabaña del guardabosques,
la mesa de roble sobre la que se come y llora,
la pata de palo, cerillas, un baúl con bastón,
la pasarela que se burla del dios de los ríos,
la puerta trasera de una guitarra,
las ruedas de la diligencia,
y porque soy la imaginación de Gepetto
y soy un armario, un biombo, una balsa
que surca los charcos movedizos de serrín,
porque sea lo que sea, soy de madera
y aunque parezca sólida
las termitas me atacan los adentros,
sustituyen por oquedad mi sangre
sin que se note a simple vista
hasta el momento de
la disgregación.



3 comentarios:

  1. Pinocho es la única verdad en estos tiempos de mentira. La madera siempre sale a flote.

    Mucho reposo hay en tus poemas aparentemente domésticos. En este de la madera, la lezna de palabras que metes tras las termitas es acertada. Muy bueno.

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  2. El aparente reposo se debe a que creo que me estoy centrando... no sé en qué, pero me estoy centrando.
    Gracias, hola, ay.

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  3. Hasta aquí he llegado y pienso seguir leyendo. Me han gustado estos versos de madera. Permíteme, tras encontrarte por recomendación, agregarme a este blog que ha despertado mi curiosidad y mi atención, y añadirte a mi lista de blog para no perder tus entradas.
    Un saludo, Elena, soy Luis, habito tu Córdoba natal. Un placer encontrar tus letras.

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