domingo, 11 de mayo de 2025

El vértigo

Pero él fue enorme, abrazo, escucha, titán, diez aunque también tres y cinco y extensión de lo sensato. Violín, piano con manos de enorme amor. Y cómo puedo olvidarlo, si no quiero. Hombre bueno, hombre abrazo, mediador entre la isla y el mapa. ¡Qué suerte la mía! Porque él fue techo siempre, abierto a las ventanas que reflejan el atardecer en no cualquier parte. Escucha, titán, un caminar continuo silencioso y cristal. Era el hombre cuyo respirar viajaba en barca. Era generosidad, pila, cerezas o el buen tiempo, once otra vez. Era mi padre y mayo, un corazón muy grande, el vértigo.



2 comentarios:

  1. abrir la puerta y la silueta de los árboles ya no recuerda donde surge la vida
    olvidos que empequeñecen todo y agotan el calor de las hogueras
    no existe lo olvidado permanece
    si el temblor se instala definitivamente
    en este sitio
    en esta casa
    en estos ojos

    abrazo
    cuadruil

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  2. abrir la puerta y que la silueta del temblor siga ahí
    lo humano
    la evidencia

    si el temblor se rompe
    lo hará
    en diez temblores

    (o un árbol)


    abrazo p'allá

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