Que sí, que no, que estoy, que no estoy... y así la vida. Sigo estando, claro. Pero con tanto lío que ni aparco. Mientras me estabilizo (lo cual espero que ocurra después del verano y con él esa vorágine llamada Voix Vives en la que me sumerjo todos los veranos), dejaré pequeñas gotas por aquí.
Dos poemas en Low-Fi Ardentía. Un placer estar ahí.