viernes, 28 de agosto de 2015

Voix Vives x 3


Os dejo, por tercer año consecutivo, el enlace a la programación del Voix Vives, que se celebrará del 4 al 6 de septiembre en Toledo, y a cuya organización tengo el loco honor de pertenecer. Podéis ver quiénes son los participantes y qué actividades se desarrollarán en el festival


martes, 25 de agosto de 2015

Fruta del tiempo perdido




Porque el mundo era la fruta y yo era un insecto,
porque el aroma y la pulpa y el jugo
y las mondas y las vitaminas
llenaban mis artrópodas horas de insecto,
porque no sabía cantar ni oír canciones,
porque sólo sabía mover las antenas
poniendo muecas temporeras de insecto
y quejarme de que me hubieran pisado
rompiéndome una pata, la ósmosis, el abdomen,
con el brío que supone rehacerse confundiendo
las cuatro estaciones aun hablándoles de usted,
porque en mi afán por seguir siendo insecto
me bastaban las raíces, las cáscaras, las formas,
por eso no podía ver detrás y encima de la fruta:
la ciudad, el cielo, el mar,  el exprimidor…
no los he visto hasta que no me han vuelto a pisar
rompiéndome, esta vez, todo mi cuerpo de insecto,
y al tener que repararme entera, me he implantado
genes de insecto y también genes de sepulcro,
y pudiendo mirar y pudiendo pudrirme, miro, y me pudro.

De "Hay menú económico"

sábado, 15 de agosto de 2015

Recordatorio pinchado en una liana



Te recuerdo que hemos quedado
a las diez en el desfiladero.
Tráete las soluciones de jade.

Entiendo que la memoria
no es el don de los arborícolas,
pero para eso está la buena de Jane, 
para hacer que cumplas tus citas
con una dentellada en el cuello.

Ponte mono, cariño,
aunque tú ya lo eres.
Pospón la sordidez.

jueves, 6 de agosto de 2015

El cuartel de bomberos





En verano, los días de mucho calor, el cuartel de bomberos se llena de carreras y cascos volando, y botas volando, y filetes de pechuga de pollo volando. La gente enciende pequeños fuegos aposta, o arroja por las ventanillas de sus coches rayos de sol encendidos, o cocina sus ropas a barlovento, provocando humaredas preocupantes. No son pirómanos; lo hacen para que el cuartel de bomberos vomite una cuadrilla de individuos que, en línea recta, apunten con sus mangueras hacia todo lo que se mueva, incluido el clima, refrescando el ambiente. En invierno llueve mucho y no hay incendios posibles porque está todo mojado. Entonces los verdaderos pirómanos suben gatos a los árboles.

De "Ciudad girándose" (próximamente en Baile del sol)