El sábado pasado murió Ángel Guinda. Dejé este poema en la red. Hoy quiero retenerlo aquí.
El sábado pasado murió Ángel Guinda. Dejé este poema en la red. Hoy quiero retenerlo aquí.
Fiel a esa rapidez que me caracteriza y casi corta el aliento a cámara lenta, dejo aquí unos poemas que aparecieron el verano pasado en la revista Orizont literar contemporan, traducidos al rumano. A lo mejor no se ven muy bien y hay que ampliar la imagen. La alegría por haber sido traducida a un idioma tan hermoso espero que sí se vea bien sin necesidad de cambiar el enfoque.
El libro salió el verano pasado pero su vuelo dependía de las circunstancias y las circunstancias ni entonces ni hoy estaban claras. Me lo han enviado desde un trampolín y ya está aquí. No sé dónde se puede comprar. Imagino que más adelante habrá un sitio. Hace tanto frío que ando más despacio. Pero tampoco pasa nada.
He aquí las bases de la nueva convocatoria del certamen de poesía Viejoven. Dos ediciones van. Es tal la limpieza (de pasar el algodón después), que hay una leyenda urbana que cuenta que les meembres del jurade no aceptan regalos, si acaso croquetas y después del falle.
¡Suerte pa quienes se presenten después de haber leído atentamente las bases sin incumplir ninguno de los requisitos por no pararse a leerlas!
Unida a Poetas por el Clima, iniciativa que hermana a los poetas que andurreamos por Córdoba y queremos poner nuestro granito de arena para hacer playa, recito este poema.
Este blog es como una habitación dentro de una casa vacía. Venir aquí es abrazar al eco. Y me gusta.