Me he venido a la sección de juguetería porque es más popular y menos fría que la mía, y además estoy harto de yogur. Hago destacar mi presencia dando saltitos entre Spiderman y Harry Potter, correteando por las baldas, brillando como nuclear, hasta que, al fin, una niña se fija en mí, me señala y les pregunta, encandilada, a sus padres: “¿No es el bífidus activo más bonito que habéis visto en vuestra vida?”. Los padres asienten, emocionados, piden ayuda a unos amables reponedores para echarme al carro –pues soy inquieto y espontáneo–, y con el esfuerzo de todos menos el mío soy trasladado a la caja rápida, donde una chica nos recibe con la cabeza y la sonrisa ladeada, y se sincera: “Han hecho ustedes una buena compra. Les felicito. Las correas se pagan aparte. Me llamo Amalia”.
¡¡Chin, chin!
ResponderEliminarArriquitain, hija.
ResponderEliminarComo siempre en tu línea.
Un brindis efectivo, José Antonio.
ResponderEliminarArriquitain, Alenita.
Se apoderó de mi el espiritu navideño.....me ha parecido, increible......mágico.
ResponderEliminarYo me remendaba yo me remendé....
Y yo que me alegro. Feliz año nuevo, Janito.
ResponderEliminargelen te deseo todo lo mejor
ResponderEliminarfeliz vida
cuadruil
Idem y abrazo
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