En el callejón.
Por la noche.
Detrás de alguien
o difuminada entre muchos.
Mojando velas.
Mojando cerillas.
Rompiendo linternas y el sol.
Ahí estaba.
Qué a gusto estaba ahí, hostias…
Pero salí un momento
y cualquier sombra
ocupó mi sitio.
Tan blanca que
se me transparentan los tigres.
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