En "Las decisiones" (Cecilia Silveira, Editorial Cántico, 2021), hay pilares, callejuelas, niños de otros siglos, fuentes... lo intacto del recuerdo. Y poemas como este:
ls
las raíces de un árbol trepador pueden habitar tierras fronterizas
después de un choque de trenes,
ni dejar un rastro de piedras
a los cangrejos en la playa.
No deberían las luces de un faro
contaminar las garras de un oso,
ni permitir el paso por el ecuador
de una expedición de piedras de hielo.
Nos sentamos frente a un piano
a la orilla del mar,
bajo el estruendo de la colisión,
y las partículas que se extinguen.
Descubrimos que los peces huyen,
que los durmientes reclaman otra vía,
y que apenas sobrevive el murmullo
que, en tierra firme,
debería haberse convertido en palabra.
solo la parcela invisible ve en lo subterráneo la posibilidad de la luz
No hay comentarios:
Publicar un comentario