lunes, 13 de marzo de 2017

A la posteridad


Avisaron que venían y te ensañaste con una pregunta: ¿Por qué, por qué, por qué…? Habías publicado libros, eras ilustre. Creías que eso sería suficiente para pasar a la posteridad. Llegaron. Bombardearon tu mundo y el de los demás. Destruyeron las bibliotecas y las librerías. Destruyeron todos los lugares donde había libros tuyos y donde no; destruyeron tu casa con tus manuscritos y tu ordenador, destruyeron tus plazas y tus bares. Bombardearon los nodos de comunicaciones y los centros de almacenamiento y distribución de la información: de nada sirvió que tuvieras una copia de tus escritos en la nube: destruyeron la nube. No ha quedado rastro de tu obra, no hay ninguna prueba física ni virtual de que hayas dedicado tu vida a la escritura. Están aquí, a tu lado, te van a degollar. Y en el futuro, si es que hay futuro, nadie sabrá cuánto, cuánto, cuánto escribiste sobre ti.

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Ah, qué bien!!! a Mí no me destruirán nada; escribo sólo sobre ellos. Sobre su tumba, como "Siniestro", bailaré.

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